La trama oculta que permitió a los investigadores construir la acusación por el asesinato de Karina Fragoso y la detención de Eugenia Argañaraz.
Eugenia Natividad Argañaraz quedó acusada de matar de un tiro en la cabeza a Karina Fragoso en lo que la Justicia considera un intento de robo.
Las pruebas en estos ocho días que pasaron desde el asesinato se fueron acumulando poco a poco pero hubo una que fue fundamental: el relato de un testigo de identidad reservada.
A comienzos de semana, este testimonio se agregó al expediente a cargo del fiscal Arévalo y aportó mucha información “segura”. Luego se analizó el video una y otra vez, pero no se pudo avanzar en la fisonomización de la persona que atacaba a Fragoso.
Sin embargo, se logró definir el tipo de vestimenta que llevaba (en especial la campera y lo que cubría su cabeza) para poder cotejarla con prendas de vestir en otros videos.
Así fue como el despliegue de personal de la DDI se orientó, entre otros objetivos, a revisar las cámaras de seguridad de comercios de la zona. En uno de esos registros audiovisuales apareció Argañaraz, con vestimenta similar a la que se desprende del análisis del video del crimen.
Esas nuevas imágenes -que no son del momento del hecho- sirvieron también para comparar la forma de caminar de Argañaraz y agregarla a los indicios que formaron el cuerpo probatorio en su contra.
En los últimos días se conoció que Argañaraz residía en una edificación abandonada de Chile entre Castelli y Garay, donde finalmente fue detenida por miembros de esa dependencia policial.
También se dio otra situación peculiar dada en la investigación es que el fiscal Arévalo conoce con bastante profundidad la problemática del barrio porque tuvo a su cargo otra causa resonante, como fue el crimen del cardiólogo Roberto Tortorella.
En ese caso, Arévalo llevó a juicio (todavía no se celebró) a tres mujeres, Rosa Saino, Débora Faijós y Erica Córdoba, a quienes considera autoras con distinto grado de participación del asesinato del médico en su casa de Colinalegre.
En esa causa, una de las personas que estuvo mencionada fue la propia Aragañaraz, pero nunca fue imputada. Se la consideraba cercana a Faijós y Córdoba, quienes residían en el barrio Centenario, a diferencia de Saino que era policía y vivía en otro lugar de la ciudad.